Una de las ventajas más importantes de las botellas redondas de PET sobre las de vidrio es su ligereza. Las botellas de PET suelen ser entre un 30 y un 50 % más ligeras que las botellas de vidrio del mismo tamaño y volumen. Esta reducción de peso da como resultado menores costos de transporte porque las botellas más livianas reducen el peso total del envío, lo que permite transportar más productos en una sola carga. Esto es particularmente beneficioso en la distribución a gran escala, donde los costos de envío son una parte importante de la estructura general de costos.
Debido a su peso más ligero, botellas redondas de PET no sólo reduce los costos de envío directo sino también los costos de manipulación. Las botellas más livianas son más fáciles de manejar en almacenes y centros de distribución, lo que reduce los costos laborales asociados con el levantamiento y movimiento de productos. Además, se requiere menos energía durante el transporte, lo que contribuye al ahorro general de costos, especialmente para las empresas que distribuyen mercancías a largas distancias.
Las botellas de vidrio son propensas a romperse durante el transporte, manipulación o almacenamiento, lo que puede provocar pérdida de producto y aumento de costos debido a daños. Las botellas de PET, por el contrario, son muy resistentes a los golpes y a prueba de roturas. Esta durabilidad reduce significativamente el riesgo de rotura y desperdicio de producto, optimizando aún más la eficiencia del transporte. En industrias donde las roturas pueden ser un problema importante, como en los sectores de bebidas o farmacéutico, el PET es una opción más confiable y rentable.
Debido a que las botellas de PET son más livianas y duraderas, se pueden apilar de manera más eficiente que las botellas de vidrio. Esto da como resultado que puedan caber más productos en un solo envío o espacio de almacenamiento, lo que mejora la eficiencia general del espacio en los almacenes y reduce la frecuencia de reabastecimiento. Por el contrario, las botellas de vidrio son más voluminosas y a menudo requieren un acolchado adicional o un embalaje especializado, lo que puede aumentar el espacio que ocupan durante el transporte y el almacenamiento.
Si bien las botellas de PET son más ligeras y eficientes en términos de transporte, es importante tener en cuenta que su impacto medioambiental puede variar. El PET es reciclable y la energía consumida durante su producción es generalmente menor en comparación con el vidrio, que requiere temperaturas más altas para su fabricación. Sin embargo, a menudo se considera que el vidrio es más respetuoso con el medio ambiente en términos de ser totalmente reutilizable y tener una vida útil más larga. No obstante, al considerar la huella de carbono general del transporte, el peso más ligero del PET da como resultado un menor consumo de energía y emisiones de CO2 durante el transporte en comparación con el vidrio.
El peso reducido de las botellas redondas de PET las convierte en una opción más rentable para envíos a granel, donde el volumen de envío es un factor clave. La capacidad de transportar más productos en una sola carga ayuda a maximizar la eficiencia de la cadena de suministro, reduciendo los costos de transporte por unidad y haciendo del PET una opción económicamente viable, especialmente para productos de gran volumen.
Las botellas de PET suelen ser más fáciles de envasar y manipular que las botellas de vidrio debido a su flexibilidad y su peso más ligero. Mientras que las botellas de vidrio requieren un embalaje protector adicional (como inserciones de espuma o cartón) para evitar daños durante el transporte, las botellas de PET normalmente se pueden embalar de formas más sencillas y rentables. Esto contribuye a mayores ahorros en los costos de embalaje y reduce la complejidad general del envío.